En la ciudad
todo el mundo va con prisas, nadie se saluda al menos que ya se conozcan.
Un gran
gimnasio es igual, grandes colas para las máquinas más usadas, casi nadie se
saluda. Los monitores están más pendientes de las chicas que de los clientes.
Es básicamente un ambiente frio o neutro para no ser pesimista.
Estas son las
razones por las cuales siempre me he decantado por pequeños gimnasios de barrio
donde el ambiente de compañerismo es evidente.
Todo esto
cambió el día que una amiga me hablo de FITNESS LLEURE.
Puedes visitar el gimnasio en Barcelona un
día de forma gratuita y disfrutar de sus instalaciones me dijo mi amiga. Ella ya conoce mi parecer de los
grandes gimnasios y aún así me comentó que lo probara que este gimnasio es tan
enorme cómo atípico.
Pues tenía
razón. Es un gimnasio inmenso y el ambiente de compañerismo se puede palpar en
el aire. Actualmente soy socio de este gimnasio y estoy tan agradecido que me
veo moralmente obligado a dedicarle un ratito de mi vida y pregonarlo a los
cuatro vientos.
Las
instalaciones son óptimas, los monitores te ayudan y te enseñan. Se acuerdan de
ti y se preocupan por tu progreso, esto me había pasado nunca en un gimnasio.
Tal y como me
aconsejó mi amiga os recomiendo visitar este gimnasio en Barcelona. La primera
visita es gratuita, lo peor que pueda pasar es que disfrutes de las instalaciones.
Lo mejor, que te acabes sorprendiendo de forma grata y acabes como yo,
haciéndote socio.
Gracias
Fitness Lleure
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